Limpieza: Elimina la suciedad, el óxido y otros contaminantes de las superficies metálicas, lo que mejora la adherencia del metal de soldadura.
Protección: Evita la formación de óxido durante el proceso de soldadura, protegiendo así las superficies metálicas de la oxidación.
Facilita la soldadura: Ayuda a fundir y distribuir uniformemente el metal de soldadura, lo que facilita el flujo y la formación de una unión sólida.
Desoxidante: Reduce la formación de óxidos metálicos durante la soldadura, lo que evita la inclusión de impurezas en la unión.
Mejora la mojabilidad: Ayuda a que el metal de soldadura moje y se extienda sobre las superficies a unir de manera más uniforme.
Información adicional
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